La falta de una Política de Transporte Integral.
“La revolución de los aviones vs el autotransporte de
larga distancia”
¿A quiénes benefician?
¿A quiénes perjudican?
¿Cómo impacta la decisión de eliminar el piso
tarifario?
En el área de Transporte, el actual gobierno está tomado
acciones sin tener una Política de Transporte Integral que involucre a todos
los medios de transporte. Estas acciones
están causando inconvenientes gravísimos
en las distintas modalidades del transporte, más específicamente en los ómnibus de larga distancia y en los aéreos, provocando
la
pérdida del empleo nacional, la disminución
o cancelación de servicios, afectando al usuario y beneficiando a empresarios
aventureros y a las transnacionales, que buscan acaparar el mercado hasta lograr el monopolio.
En las últimas cinco
décadas la República Argentina no ha conseguido tener una Política Transporte
definida y sustentada en el tiempo, a través de
Políticas de Estado, que trasciendan los gobiernos, planificadas para un
período mínimo de treinta años.
Si no se tiene una
política que permita a los empresarios planificar una inversión acertada y
sustentable en el tiempo, es imposible pretender
que se inviertan sumas multimillonarias,
cuando esas inversiones necesitan de varios años para ser amortizadas. Es por
esto que solo incursionaron o incursionan aquellas empresas que operan de la
mano de los gobiernos de turno a través de subsidios, privilegios o excepción
de impuestos.
La energía es un
bien preciado en el mundo y los países buscan alternativas para el ahorro de la misma incentivando el uso del
transporte público. Pero en la Argentina el automóvil que hace tres décadas
ocupaba el 40% del total de los viajes que se realizaban por el interior, hoy ocupa
el 70% de la proporción. Los que más perdieron fueron los ómnibus de larga
distancia que pasaron del 43% al 23% en la proporción, dejando de transportar
20 millones de pasajeros y el tren que del 11% cayó al 1% de la proporción. El
avión tuvo un leve aumento pasando del 5% al 6% en la proporción total de
pasajeros transportados (11 millones) en
cabotaje.
La apertura de los
cielos a empresas extranjeras, la quita del piso tarifario y subvenciones en
destinos de baja densidad de pasajeros, la sobreoferta en los destinos rentables, hace que las
aerolíneas nacionales y el
autotransporte de larga distancia, ambas
estén sufriendo una crisis económica que las obliga a abandonar ciudades
que a ninguna empresa local o extranjera le interesa operar.
Se deben realizar
debates profesionales serios y multidisciplinarios, para lograr una Política de Transporte Integral, basada
en acuerdos que surjan de las partes intervinientes en esta industria, donde se
aprovechen las mejores características
de cada transporte de cargas y/o pasajeros, automotores, aviones, trenes,
barcos.
Los argentinos debemos exigir a nuestras autoridades,
que consideren en forma urgente y de extrema importancia, la existencia de una política de Estado que proteja los
intereses de un sector tan estratégico para la nación, como es el del
transporte, dando garantías no solamente a los empresarios, sino también a los
trabajadores, a los usuarios, a la economía nacional y a la
sociedad en un todo.
Transporte Automotor de Larga Distancias.
Desde el 2011 a la
fecha, el mercado del trasporte terrestre de larga distancia se contrajo aproximadamente un 40%
pasando de 51,8 millones de pasajeros ese año a 31 millones en el 2017.
El parque automotor
se redujo un 10% en estos últimos 4 años.
El sector emplea
20.000 trabajadores en forma directa y en los últimos dos años se perdieron más
de 2.000 puestos de trabajo.
También se vieron
afectadas las industrias asociadas como la carrocera, la del neumático, la
autopartista, la gastronómica y otros servicios de terceros.
Al cese de
actividades de una empresa, el estado instaura un procedimiento para que otra
empresa absorba esos servicios y su personal, aunque siempre quedan
trabajadores que por diversas razones no se pueden incorporar. Estos son los
casos de Plus Ultra, Mercobus, El Rápido Argentino, Río Paraná.
En cuanto a los
destinos que más se resintieron, son los de alta densidad poblacional y
turísticos, que son atendidos por el transporte aéreo. Estos son los casos de
Córdoba, Rosario, Tucumán, Bariloche, Iguazú, Salta, Mendoza o los casos de Río
Gallegos, Neuquén y Comodoro Rivadavia, por su actividad económica petrolera. Pero
el pasajero perjudicado es el de las ciudades intermedias que se ve afectado
por la reducción de servicios. La red de trasporte de carretera comunica todas
las ciudades de baja densidad poblacional en donde el avión y el tren no son
opción, transformándose en un servicio social. Son 1.800 los destinos de
los ómnibus de larga distancia, contra 46 del avión.
El gobierno del Presidente Macri ha decidido incrementar la
actividad aérea, a la que llamó “la
revolución de los aviones”, promoviendo la llegada de las aerolíneas low cost y
eliminando el piso tarifario del avión. Por otro lado, y a forma de “compensación”, también se decidió eliminar
el piso tarifario en el transporte terrestre, lo que ocasionará una fuerte
competencia entre las empresas de ómnibus en el reducido mercado que queda
disponible en aquellas trazas que aún conservan algún punto de rentabilidad.
Con tarifas del avión que son más económicas, sin subsidios y
con la competencia entre el mismo sector,
esto hará que las empresas empiecen a desatender los destinos no
rentables y enfocar sus esfuerzos en aquellos en los que pueden obtener algún
beneficio, lo que a la larga repercutirá inevitablemente en la conectividad de las
pequeñas localidades del interior del país que no tienen otro medio de
transporte a su alcance.
Transporte Aerocomercial
La ley 19.030 que
establece las normas de
aplicación para la prestación de servicios aerocomerciales en la República
Argentina, está siendo incumplida por el
actual gobierno, en lo que hace a la falta
e una adecuada coordinación con las que se establezcan para los otros medios de
transporte, la falta de reciprocidad de servicios con algunos países y también al no dotar a Aerolíneas
Argentinas del equipamiento que responda eficientemente a las necesidades del servicio.
Esto incumplimiento
de la ley 19.030, obedece a la intención del gobierno de impulsar política de Cielos Abiertos que consiste en acuerdos de transporte aéreo entre dos o más países que permiten el intercambio de derecho a
tráfico y privilegios operacionales, incluyendo:
Libertades aéreas y
acuerdos bilaterales.
Fusión de marcas.
Intercambio de
aeronaves.
Libertades de
licencias del personal para operar en cualquier país.
Libertades de
matrículas de banderas de conveniencia.
Libertades de empresas
de capitales extranjeros.
Todos estos factores
combinados y otros más, son requeridos
por las Low Cost y las transnacionales al actual gobierno, que ya ha tomado
acciones sin tener en cuenta que afectan a la industria aérea nacional, al control de la seguridad, a la inversión
local, a los usuarios que sufrirán la falta de servicios en los destinos no
rentables, a la vida de los trabajadores aeronáuticos de nuestro país y
facilitan la transferencia de dólares al exterior.
Las autoridades
argentinas, los representantes de los trabajadores y la sociedad en general,
deben tomar conciencia del significado de estas políticas que amenazan los
intereses la nación.
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