viernes, 27 de julio de 2018

EL TRANSPORTE EN LA REPÚBLICA ARGENTINA

   La falta de una Política de Transporte Integral.
“La revolución de los aviones vs el autotransporte de larga distancia”
¿A quiénes benefician?  ¿A quiénes perjudican?
¿Cómo impacta la decisión de eliminar el piso tarifario?

En el área de Transporte, el actual gobierno está tomado acciones sin tener una Política de Transporte Integral que involucre a todos los medios de transporte.  Estas acciones están causando  inconvenientes gravísimos en las distintas modalidades del transporte, más específicamente en los ómnibus de larga distancia y en los aéreos,   provocando  la pérdida del empleo nacional, la disminución  o cancelación de servicios, afectando al usuario y beneficiando a empresarios aventureros y a las transnacionales, que buscan acaparar  el mercado hasta lograr el monopolio.

En las últimas cinco décadas la República Argentina no ha conseguido tener una Política Transporte definida y sustentada en el tiempo, a través de  Políticas de Estado, que trasciendan los gobiernos, planificadas para un período mínimo de treinta años.

Si no se tiene una política que permita a los empresarios planificar una inversión acertada y sustentable en el tiempo, es imposible pretender que se  inviertan sumas multimillonarias, cuando esas inversiones necesitan de varios años para ser amortizadas. Es por esto que solo incursionaron o incursionan aquellas empresas que operan de la mano de los gobiernos de turno a través de subsidios, privilegios o excepción de impuestos.

La energía es un bien preciado en el mundo y los países buscan alternativas para el  ahorro de la misma incentivando el uso del transporte público. Pero en la Argentina el automóvil que hace tres décadas ocupaba el 40% del total de los viajes que se realizaban por el interior, hoy ocupa el 70% de la proporción. Los que más perdieron fueron los ómnibus de larga distancia que pasaron del 43% al 23% en la proporción, dejando de transportar 20 millones de pasajeros y el tren que del 11% cayó al 1% de la proporción. El avión tuvo un leve aumento pasando del 5% al 6% en la proporción total de pasajeros transportados (11 millones)  en cabotaje.

La apertura de los cielos a empresas extranjeras, la quita del piso tarifario y subvenciones en destinos de baja densidad de pasajeros, la sobreoferta  en los destinos rentables, hace que las aerolíneas nacionales y  el autotransporte de larga distancia, ambas  estén sufriendo una crisis económica que las obliga a abandonar ciudades que a ninguna empresa local o extranjera le interesa operar.

Se deben realizar debates profesionales serios y multidisciplinarios, para lograr una Política de Transporte Integral, basada en acuerdos que surjan de las partes intervinientes en esta industria, donde se aprovechen  las mejores características de cada transporte de cargas y/o pasajeros, automotores, aviones, trenes, barcos.


Los argentinos debemos exigir a nuestras autoridades, que consideren en forma urgente y de extrema importancia, la existencia de  una política de Estado que proteja los intereses de un sector tan estratégico para la nación, como es el del transporte, dando garantías no solamente a los empresarios, sino también a los trabajadores, a los usuarios, a la economía nacional y  a la  sociedad en un todo.


Transporte Automotor de Larga Distancias.
Desde el 2011 a la fecha, el mercado del trasporte terrestre de larga distancia se contrajo aproximadamente un 40% pasando de 51,8 millones de pasajeros ese año a 31 millones en el 2017.
El parque automotor se redujo un 10% en estos últimos 4 años.
El sector emplea 20.000 trabajadores en forma directa y en los últimos dos años se perdieron más de 2.000 puestos de trabajo. 
También se vieron afectadas las industrias asociadas como la carrocera, la del neumático, la autopartista, la gastronómica y otros servicios de terceros.
Al cese de actividades de una empresa, el estado instaura un procedimiento para que otra empresa absorba esos servicios y su personal, aunque siempre quedan trabajadores que por diversas razones no se pueden incorporar. Estos son los casos de Plus Ultra, Mercobus, El Rápido Argentino, Río Paraná.
En cuanto a los destinos que más se resintieron, son los de alta densidad poblacional y turísticos, que son atendidos por el transporte aéreo. Estos son los casos de Córdoba, Rosario, Tucumán, Bariloche, Iguazú, Salta, Mendoza o los casos de Río Gallegos, Neuquén y Comodoro Rivadavia, por su actividad económica petrolera. Pero el pasajero perjudicado es el de las ciudades intermedias que se ve afectado por la reducción de servicios. La red de trasporte de carretera comunica todas las ciudades de baja densidad poblacional en donde el avión y el tren no son opción, transformándose en  un  servicio social. Son 1.800 los destinos de los ómnibus de larga distancia, contra 46 del avión.
El gobierno del Presidente Macri ha decidido incrementar la actividad aérea, a la que llamó  “la revolución de los aviones”, promoviendo la llegada de las aerolíneas low cost y eliminando el piso tarifario del avión.  Por otro lado, y a forma de “compensación”, también se decidió eliminar el piso tarifario en el transporte terrestre, lo que ocasionará una fuerte competencia entre las empresas de ómnibus en el reducido mercado que queda disponible en aquellas trazas que aún conservan algún punto de rentabilidad.
Con tarifas del avión que son más económicas, sin subsidios y con la competencia entre el mismo sector,  esto hará que las empresas empiecen a desatender los destinos no rentables y enfocar sus esfuerzos en aquellos en los que pueden obtener algún beneficio, lo que a la larga repercutirá inevitablemente en la conectividad de las pequeñas localidades del interior del país que no tienen otro medio de transporte a su alcance.

Transporte Aerocomercial

La  ley 19.030 que establece las normas de aplicación para la prestación de servicios aerocomerciales en la República Argentina,  está siendo incumplida por el actual gobierno, en lo que hace  a la falta e una adecuada coordinación con las que se establezcan para los otros medios de transporte, la falta de reciprocidad de servicios con algunos  países y también al no dotar a Aerolíneas Argentinas del equipamiento que responda eficientemente a las necesidades del servicio.
Esto incumplimiento de la ley 19.030, obedece a la intención del gobierno de impulsar  política de Cielos Abiertos que consiste en acuerdos de transporte aéreo  entre dos o más países  que permiten el intercambio de derecho a tráfico y privilegios operacionales, incluyendo:
Libertades aéreas y acuerdos bilaterales.
Fusión de marcas.
Intercambio de aeronaves.
Libertades de licencias del personal para operar en cualquier país.
Libertades de matrículas de banderas de conveniencia.
Libertades de empresas de capitales extranjeros.
Todos estos factores combinados y otros más, son  requeridos por las Low Cost y las transnacionales al actual gobierno, que ya ha tomado acciones sin tener en cuenta que afectan a la industria aérea nacional,  al control de la seguridad, a la inversión local, a los usuarios que sufrirán la falta de servicios en los destinos no rentables, a la vida de los trabajadores aeronáuticos de nuestro país y facilitan la transferencia de dólares al exterior.

Las autoridades argentinas, los representantes de los trabajadores y la sociedad en general, deben tomar conciencia del significado de estas políticas que amenazan los intereses la nación.





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